noviembre 26, 2011

Las mágicas constelaciones familiares

Sesión de constelaciones familiares
(imagen de Wikimedia Commons)
Al hilo de la cancelación (aún no confirmada) del curso de lectura de auras, zahorismo y fengshui de la Universitat de Girona (véanse las tres entradas anteriores de este blog), la facultad de psicología de la Universidad de Granada tomó la loable decisión de anular el reconocimiento oficial (y la concesión de créditos) a la especialidad "Enfoque de soluciones sistémicas" como resultado de una denuncia de Granada Laica.

Es bastante sencillo demostrar que los zahoríes no encuentran nada con varitas de fresno (o avellano, ni en eso se ponen de acuerdo) o pendulitos. Y es muchísimo más sencillo demostrar que los que dicen que "ven el aura" no la ven... bueno, es sencillo si usted consigue que alguno de estos desvergonzados acepte participar en un pequeño experimento, cosa que no suelen hacer porque se les cae el negocio.

Pero lo de las "constelaciones familiares" suena más extraño para el público en general. ¿Qué es?

Bert Hellinger

Bert Hellinger
(imagen de Wikimedia
Commons)
Según su propia biografía, Bert Hellinger es un ex-sacerdote que se interesó por el psicoanálisis y luego se empapó en toda la panoplia de psicoterapias de moda que hoy ya casi nadie recuerda (como la "terapia del grito primario", la "terapia Gestalt" –no confundir con la teoría gestalt de la percepción–, el "análisis transaccional" y otros muchos enfoques) y que comparten dos características cuando menos inquietantes: son todos contradictorios entre sí, y todos se presentan como "la verdad" en la comprensión del comportamiento complejo sin aportar pruebas científicas de sus aseveraciones.

A partir de esto, Hellinger desarrolló su propia terapia, distinta de todas las demás y presentándola... como la verdad en la comprensión del comportamiento humano complejo: las "constelaciones familiares".

Lo curioso es que si uno revisa el apartado de "constelaciones familiares" de una organización como la Asociación Española de Constelaciones Familiares Bert Hellinger o va al sitio de la autoproclamada experta Vedanta Suravi (que estudió esta especialidad en la "Universidad Osho" además de ser médium y otras monadas), a constelaciones.org o incluso al sitio de Constelaciones México que es la empresa encargada del curso en Granada, apenas encuentra explicaciones vagas del tema y un poco de los mecanismos que emplea la terapia sin que quede claro cuál es la hipótesis de las constelaciones familiares y cómo sabemos que son ciertas.

Probablemente no lo explican porque temen que hablar claramente sobre lo que propone Hellinger les ahuyente algo de clientela.

Las constelaciones familiares

Segun Hellinger, las familias están formadas por "energía" que conecta a los miembros del grupo (no dice qué energía ni cómo lo sabe). Según él (a partir de sus años como misionero entre los zulús, probablemente) los grupos "primitivos" conocen el orden de ese sistema, pero nosotros, los modernos tontos, hemos olvidado ese conocimiento ancestral que él ha redescubierto y que ayuda a darle salud y resistencia a todos. La terapia de "constelaciones familiares" pretende reinstalar en la red energética a los miembros que se han excluido y restaurar el "orden natural".

Todo esto suena, cuando menos, altamente cuestionable. Pero Hellinger ha decretado que esto no se puede estudiar científicamente, de modo que tenemos dos opciones: le creemos porque es convincente y simpático o no le creemos, pero no podemos saber nunca si dice la verdad. Es la gran coartada del mentiroso, y muy frecuente en el mundo de las pseudoterapias y el esoterismo en general.

Pero las propuestas de Hellinger se vuelven más delirantes y estrafalarios al profundizar en ellos. Según Hellinger, estas misteriosas energías que vinculan a los miembros de la familia son capaces de hacer cosas muy extrañas. Todos sabemos que los menores tienden a imitar a los mayores (por eso las sociedades buscan establecer "modelos de conducta" adecuados, aunque luego a los jóvenes les parezca más emulable Marilyn Manson que Justin Bieber), pero Hellinger asegura (sin decirnos por qué) que esa emulación o imitación, debida a la tremenda energía misteriosa, puede llegar a cosas como que una niña desarrolle la misma enfermedad que una tía suya que fue excluida de la familia, o que uno puede incluso estar afectado por una desgracia juvenil secreta de un abuelo al que ni conoció porque murió antes de nacer uno. Esto se parece, por supuesto, mucho a tonterías similares que emplea Alejandro Jodorowsky en lo que él llama "psicogenealogía" para embaucar a la gente con sus indemostrados "poderes curativos": el "destino" se hereda como se pueden heredar los ojos verdes o la tendencia a la calvicie.

Adicionalmente, en su creencia de un "orden natural", Hellinger establece jerarquías basadas en quién llegó antes a la familia, lo que llama "órdenes del amor". Para que "el amor fluya" (¿el amor fluye?) debe darse de los superiores (padres, hermanos) a los menores, en vínculos desiguales. El padre es la cabeza de la familia y los demás deben someterse y responder ante él, en un patriarcalismo trasnochado que gusta a quienes se pueden beneficiar de él, tiranos porque "lo dice Hellinger", quien sólo exalta el derecho de todos a pertenecer a una familia. Pero en las "constelaciones" dedicadas a tratar problemas de pareja, habitualmente la culpa recae sobre la mujer, como señalan algunos críticos (ver nota al final) y la resistencia a la autoridad "natural" puede ser incluso causante de cáncer. En todo caso, está convencido de que todo problema actual de toda persona tiene sus causas en el pasado, así sea remoto, de su familia. Una reformulación del bíblico "castigaré los pecados de los padres en los hijos" del libro del Éxodo, o una recreación del pecado original, dos cosas muy adecuadas en el entorno de la creencia religiosa islamojudeocristiana, pero que no tienen ningún sustento contrastable.

Sobre esta base de suposiciones místicas, ocurrencias sin bases y una visión mágica de la vida, Hellinger construye una terapia en la cual se reúne a un grupo de personas que en sus grandes shows pueden ser de varios cientos de entusiastas, y una de ellas designa al azar a algunas de las demás como representantes de cada uno de los miembros de su familia inmediata y se desarrolla un pequeño psicodrama sobre el tema del conflicto. Entonces se genera la energía mágica llamada "Campo del conocimiento" y la víctima descubre la verdad guiada por el terapeuta y resuelve sus conflictos emocionales y sus problemas de salud.

Con la enorme carga mística que tiene, su idea de energías extravagantes y su neoprimitivismo, Hellinger se convirtió pronto en uno de los iconos del New Age y sus creencias más delirantes, y su pseudoterapia fue adoptada por los creyentes en el new age con enorme pasión. Las constelaciones familiares se estudian en organizaciones aprobadas o propiedad de Hellinger  Como creencia es respetable, mientras no perjudique a nadie, pero el caso es que sí puede perjudicar a personas al ofrecerles algo que no puede entregarle (si pudiera, lo demostraría en condiciones satisfactorias) y en el proceso sacarles dinero. Pero como ciencia, como algo digno de ser enseñado en las universidades como si fuera verdad, es inaceptable. A menos que se enseñe también la astrología, la lectura del tarot y la comunicación con los espíritus, con lo que el objeto esencial de la universidad, difundir el conocimiento, se convertiría en la difusión de creencias irracionales, falsedades demostrables y supersticiones descabelladas. Algo así como una religión.

Nota: Muchas posiciones de Hellinger en concreto han resultado repugnantes para muchas personas, como su simpatía hacia Hitler, su idea de que los victimarios en casos de incesto (los adultos) no deben ser perseguidos por la justicia (porque esto daña a sus víctimas mediante el vínculo energético misterioso e invisible, de modo que deben darle al victimizador "el debido respeto"), que es capaz de "curar" la homosexualidad (causada por tías solteronas en el árbol genealógico del paciente) y la aceptación de la autoridad descalificando toda forma de rebeldía. La crítica más detallada la publicó Herman Nimis en la revista antifascista holandesa "Alert" y se puede leer en inglés aquí.